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La TERAPIA GESTALT

pubicado por Ma. Louise Fantuzi


Publicado el 15 enero, 2014 a las 9:00 PM



Una aproximación Terapéutica. Una Vía de Crecimiento Personal. Un estilo de Vida

El núcleo de la crisis del hombre moderno, para Perls, se encuentra en su falta de espontaneidad, convirtiéndose “en autómata angustiado”, habiendo perdido su capacidad de sentir, de expresarse en forma directa, debilitado en el contacto auténtico con su propia experiencia, dificultándosele llegar a la realización de “un ser” responsable, con capacidad de orientar y manejar su existencia.

La Terapia Gestalt es un movimiento terapéutico que surge en USA en la década de los 50. Su pionero Fritz Perls, psiquiatra, psicoanalista judío, de origen alemán, después de varios periplos, propone una nueva aproximación psicológica del hombre, diseñando una vía terapéutica original y una vía de crecimiento personal, donde logra elaborar una síntesis coherente de varias corrientes filosóficas, psicológicas, metodológicas y terapéuticas dando paso a una nueva “Gestalt”, es decir una nueva configuración, donde el “todo es diferente a la suma de las partes”.

La originalidad de la Terapia Gestalt radica en que, frente al psicoanálisis centrado en el inconsciente y al conductismo reducido a la observación de las conductas, la vía de las psicologías humanistas, entre las cuales se inscribe la Terapia Gestalt, pone de relieve la importancia central de la experiencia vivida.

Por lo tanto la Terapia Gestalt no busca separar lo normal de lo patológico, tampoco busca proponer varias categorías diagnósticas, ya que para la Gestalt no se trata de curar lo que se pudiera definir como enfermedad psíquica, sino de promover, favorecer la exploración y descubrimiento de los recursos, de las potencialidades con quien cuenta cada persona para vivir más plenamente y más libre.

Es esa capacidad, que la Gestalt pretende rescatar haciendo énfasis en las nociones de crecimiento, autonomía y responsabilidad.

Más que aprehender al hombre dentro de sus límites y de sus determinismos, la Gestalt invita a ampliar su abanico de conciencia, su campo de libertad y su poder de decisión, que permita a cada quien elegir y “querer su vida”.

El núcleo de la crisis del hombre moderno, para Perls, se encuentra en su falta de espontaneidad, convirtiéndose “en autómata angustiado”, habiendo perdido su capacidad de sentir, de expresarse en forma directa, debilitado en el contacto auténtico con su propia experiencia, dificultándosele llegar a la realización de “un ser” responsable, con capacidad de orientar y manejar su existencia

La Terapia Gestalt es un movimiento terapéutico que surge en USA en la década de los 50. Su pionero Fritz Perls, psiquiatra, psicoanalista judío, de origen alemán, después de varios periplos, propone una nueva aproximación psicológica del hombre, diseñando una vía terapéutica original y una vía de crecimiento personal, donde logra elaborar una síntesis coherente de varias corrientes filosóficas, psicológicas, metodológicas y terapéuticas dando paso a una nueva “Gestalt”, es decir una nueva configuración, donde el “todo es diferente a la suma de las partes”.

La Terapia Gestalt es un movimiento terapéutico que surge en USA en la década de los 50. Su pionero Fritz Perls, psiquiatra, psicoanalista judío, de origen alemán, después de varios periplos, propone una nueva aproximación psicológica del hombre, diseñando una vía terapéutica original y una vía de crecimiento personal, donde logra elaborar una síntesis coherente de varias corrientes filosóficas, psicológicas, metodológicas y terapéuticas dando paso a una nueva “Gestalt”, es decir una nueva configuración, donde el “todo es diferente a la suma de las partes”.

La originalidad de la Terapia Gestalt radica en que, frente al psicoanálisis centrado en el inconsciente y al conductismo reducido a la observación de las conductas, la vía de las psicologías humanistas, entre las cuales se inscribe la Terapia Gestalt, pone de relieve la importancia central de la experiencia vivida.

Por lo tanto la Terapia Gestalt no busca separar lo normal de lo patológico, tampoco busca proponer varias categorías diagnósticas, ya que para la Gestalt no se trata de curar lo que se pudiera definir como enfermedad psíquica, sino de promover, favorecer la exploración y descubrimiento de los recursos, de las potencialidades con quien cuenta cada persona para vivir más plenamente y más libre.

Es esa capacidad, que la Gestalt pretende rescatar haciendo énfasis en las nociones de crecimiento, autonomía y responsabilidad.

Más que aprehender al hombre dentro de sus límites y de sus determinismos, la Gestalt invita a ampliar su abanico de conciencia, su campo de libertad y su poder de decisión, que permita a cada quien elegir y “querer su vida”.

En tal sentido, desarrolla una perspectiva unificadora del ser humano, integrando a su vez sus dimensiones sensoriales, afectivas, intelectuales, sociales y espirituales.

Para la Gestalt, como enfoque fenomenológico, resulta difícil pretender elaborar “una teoría”, aun así la aproximación gestáltica como vía terapéutica, vía de crecimiento personal y también como estilo de vida descansa sobre un cuerpo interrelacionado de principios básicos:

- Ve al Hombre en su Totalidad, como parte integrante de un “campo” o ambiente en él que interactúan sistemáticamente todos los componentes de ese Campo: el cuerpo, las emociones, los pensamientos, la cultura, las expresiones sociales todo es parte del Campo y la particularidad de la Gestalt es precisamente de tomarlos en cuenta.

- Parte de la premisa que “toda la vida y todo el comportamiento son gobernados por el proceso que los científicos denominan homeostasis y los legos adaptación”, proceso denominado en Gestalt de Autorregulación Organísmica, mediante el cual el organismo mantiene su equilibrio y por lo tanto su salud en medio de condiciones variables: los seres vivos se adaptan a su ambiente en búsqueda de la satisfacción de sus necesidades (tanto de orden fisiológico, afectivo, cognitivo, espiritual u otras). La satisfacción de dichas necesidades va a depender de la Interacción entre el ambiente y la estructura del organismo.

- Se propone la tarea de ir borrando las fronteras de las dicotomías que pueden aparecer dentro del campo, tratando a los opuestos como parte de un todo, como el yin y el yang. Desde esta visión polar las diferencias se aceptan, se asumen, se integran y no se busca la eliminación de ninguna.

- Pone énfasis en la toma de conciencia de la experiencia actual en el aquí y ahora, rescata el sentir emocional y corporal, muchas veces censurado en nuestra cultura que tiende a codificar de manera severa la expresión de la rabia, tristeza, miedo…. y también de de la ternura, de la alegría.

- No busca explicar los origines de nuestras dificultades sino más bien explorar, experimentar para favorecer la toma de conciencia global de “cómo” funcionamos, de nuestros procesos de ajustes creativos ante el entorno, de la integración de la experiencia presente y también de cómo ir identificando nuestros ajustes conservadores y nuestros mecanismos de evitación o mecanismos de resistencia.

Coloca al hombre como actor de su propio cambio y a la relación como el motor de ese cambio: en ese sentido la Gestalt es en mismo tiempo una filosofía de vida; su experimentación transforma mi relación con el mundo, coloca en primer plano la toma de responsabilidad de lo que siento, pienso, hago.

En síntesis la Terapia Gestalt viene siendo una aproximación natural y universal, abierta a toda persona de cualquier edad, de diferentes culturas y dentro de diferentes situaciones, que sienta necesidad de explorarse, descubrirse, arriesgarse a encontrarse con lo genuino y autentico de su ser y de su relación con el mundo.